Guía del Caballo |
Recomendaciones Básicas |
Hay que ser conscientes que un caballo no es un juguete, ni un vehículo 4 x 4. El propietario de un caballo debe querer lo mejor para su animal, y por eso debe ser capaz de buscar ayuda ante cualquier inconveniente, y comunicarse adecuadamente con el veterinario, el herrador, odontólogo, instructor o cuidador. Como regla general, nunca debemos cargar a lomo de nuestro caballo un jinete que supere el 15 % del peso total del animal. Es decir, que un caballo de 500 Kg de media podría asumir el peso de un jinete de 75 Kgs. Pesos superiores a esto, es forzar a nuestro animal, y predisponerle a ciertas patologías, y esto es especialmente cierto, en animales con herraje. El mundo del caballo es extremadamente amplio, y por eso nunca debemos dejar de informarnos y aprender sobre la vida de este apasionante animal. |
Recomendaciones Específicas para la Atención de los Caballos |
Alimentación: Los caballos dedican la mayor parte del día a alimentarse, es decir, que idealmente dedican entre un 60-70% por cierto de su tiempo diario al pastoreo. Cuando las pautas de alimentación difieren a las de su conducta natural, predisponemos al animal a padecer diversas patologías como úlceras, cólicos, etc. No hay que abusar de los concentrados, ni de dar demasiada proteína o alfalfa cuando no se realiza demasiado ejercicio porque predispone a ciertas enfermedades como laminitis, etc. La alimentación debe ser variada y equilibrada insistiendo en ofrecer heno, hierba, hojas, semillas, frutas (manzana, melón,...), verduras y hortalizas (aguates, calabazas, zanahorias,...) y alfalfa sólo como complemento. Simultáneamente conviene añadir algunos suplementos en su dieta sobretodo en épocas del año de mayor necesidad (invierno, mayor actividad, etc.) para mantener al animal en buen estado de salud. Limpieza: La higiene resulta igualmente importante sobretodo en animales que viven en un box o paddock, porque se debe evitar que respiren polvo, suciedad o sus propios orines, ya que ello puede predisponer a ciertas patologías respiratorias, locomotoras, etc. Hay que asegurar una cama seca, y desinsectar/desinfectar periódicamente las instalaciones para evitar la transmisión de enfermedades. Recordar que la humedad y suciedad en orificios de suelos, paredes o techos, pueden favorecer la aparición de ciertos microorganismos y parásitos. Temperatura y ambiente: Los caballos son animales que se adaptan bien a la vida al aire libre. Aquellos que viven en semi-libertad, conviene proporcionarles un lugar donde guarecerse del viento o las heladas en invierno o del calor o sol extremo en verano. En este último caso un lugar con sombra y agua fresca han de estar siempre disponibles. Juegos y vida social: Los caballos son animales muy sensitivos, y con una gran intuición. Por esta razón se les debe tratar con mimo y hablarles con suavidad. Su condición de herbívoros antaño depredados les hace particularmente sensibles a los movimientos bruscos, o por ejemplo, una silla de montar demasiado apretada podría hacer sentir al caballo como si le atacara un depredador. Es decir, que para evitar una brusca huida hay que ganarse su confianza y no emplear métodos violentos. Nunca se debe tratar con brusquedad a un caballo ya que ellos recuerdan cualquier trauma anterior vivido, y esto podría ser un problema para una posterior relación con nosotros. Recordar también, que el caballo es un animal de manada y conviene afianzar este rasgo con la presencia de otros caballos o de nosotros, los humanos, para que no se sientan solos y, mantengan siempre un buen equilibrio emocional. Identificación y documentación sanitaria: Los caballos, deben ser identificados por un veterinario mediante la reseña de sus características externas de pelaje, etc. quedando esta reflejada en la T.S.E (Tarjeta Sanitaria Equina) que es el documento mínimo que hay que disponer y la cual tiene que ser diligenciada por la administración competente. Con dicha tarjeta debidamente cumplimentada con sus vacunas al día etc. los caballos pueden moverse por el ámbito territorial de su comunidad. Para los caballos que procedan de otras comunidades autónomas o los que quieran moverse de Cataluña, precisarán las GOSP (Guía de Origen y Sanidad Pecuaria). Para tramitar estos dos documentos hay que acompañar un Certificado Veterinario Oficial. Es recomendable, aunque no obligatorio como en el caso de perros y gatos, la identificación mediante microchip, el cual se acreditará mediante su inscripción en L.I.C (Libro de Identificación Caballar) y Registro en el A.I.A.C (Archivo de Identificación de Animales de Compañía). Para el paso de fronteras se requiere también de un pasaporte debidamente cumplimentado. Un L.I.C válido es necesario para cualquier concurso de ámbito nacional. |
Cuidado de los cascos: Los cascos se deben limpiar después de cada salida y aplicarles una grasa protectora para evitar complicaciones. En cuanto al herraje, se suele realizar cada 40-50 días, aunque actualmente se puede prescindir del mismo con la utilización de unas botas anatómicas para cascos. No hay que menospreciar, que el herraje puede comprometer la vascularización del casco, y predisponer a ciertos problemas articulares al verse reducida la capacidad de absorción del impacto por el casco, pasando la contusión a la pierna y desgastando así las articulaciones superiores. Hay que ser conscientes que en no pocas ocasiones nuestra conveniencia, puede no coincidir con las necesidades reales del animal. Cuidado del pelaje: El pelaje, así como las crines y cola tienen que ser cepillados a diario para estimular la circulación periférica y retirar restos de barro o suciedad. En los meses de calor conviene quitarles el sudor que es muy ácido con una ducha tibia y secado posterior con un trapo o gamuza. Cuidado de los dientes: Los dientes deben ser revisados periódicamente ya que los caballos también pueden padecer problemas en su dentición y esto puede afectar notablemente a su calidad de vida y rendimiento. Recordar que los dientes del caballo crecen a lo largo de su vida para compensar el desgaste de una dieta herbívora intensiva, pero que en condiciones de cautividad no logran muchas veces este desgaste adecuado. Por eso es conveniente, para evitar ciertos problemas, proporcionar al animal una alimentación en variedad, cantidad, y frecuencia adecuadas para que mantenga unos dientes sanos. Para cualquier aclaración al respecto, consulte con un veterinario u odóntologo equino cualificado. Equilibrado de la silla: Hay que tener en cuenta que una silla bien colocada equivale a un par de cómodas zapatillas deportivas para nosotros. La silla debería ubicarse plana sobre el lomo del caballo sin que se deslize de forma lateral o hacia delante o atrás. Una silla mal ajustada, puede producir dolor, y entonces el caballo no querrá ser montado, o accederá en su afán de contentar, pero a disgusto con lo que esto comporta. Después de quitarle la silla, conviene pasarle la mano para ver si hay alguna zona más caliente o más blanca que indicaría que la sangre no ha circulado adecuadamente por ese lugar. Educación y entrenamiento: Conviene establecer una relación estrecha con el caballo para así poder disfrutar con él de los paseos o ejercicios. El lenguaje corporal que utilizemos debe ser suave, que es por otro lado el que mejor capta el caballo, para así lograr un resultado positivo. Es conveniente educarnos, mediante un instructor, en la manera adecuada de montar al caballo, para así evitar vicios por exceso o defecto en la posición que llevarían también a problemas musculares recurrentes en el jinete y el animal. Siempre que tratemos con cariño y respeto a nuestro caballo, este nos premiará con sus mejores gratificaciones. Control sanitario de los caballos: Todo caballo deber ser vacunado y desparasitado periódicamente por un veterinario. Hay que mantener una tarjeta o carnet sanitario, con las indicaciones hechas por el veterinario, que permita llevar un registro de su historia clínica. No se deben administrar o aplicar tratamientos a los animales sin el consejo de estos profesionales. Calendario de vacunaciones: Los caballos deben mamar calostro de madres preferentemente vacunadas contra la gripe, rinoneuminitis y tétanos equino. La vacuna de la gripe sirve para disminuir los efectos de la enfermedad y dar en este sentido cierta protección. El tétanos en los caballos es muy agresivo, pudiéndose ser letal, por lo que conviene realizar como mínimo una buena vacunación inicial (primovacunación) seguida de recordatorios periódicos. Los potros pueden empezar a vacunarse a partir de los 4-6 meses si proceden de madres vacunadas, o ligeramente antes 2-3 meses si proceden de madres no vacunadas con anterioridad. Desparasitación del caballo: El caballo, por su tipo de vida al aire libre, es susceptible a contraer diversos parásitos, que pueden producir trastornos sanitarios en el animal, e incluso, en sus cuidadores. Conviene utilizar diferentes antiparasitarios a lo largo del año un mínimo de 2 a 3 veces al año, para protegerle frente a los gusanos intestinales y pulmonares. Adicionalmente conviene tratarlos con algún producto para protegerlos y protegernos contra la tenia y el quiste hidatídico. Nosotros recomendamos la utilización de algún probiótico para la regeneración de la flora intestinal benigna, tras cualquier desparasitación convencional. También conviene aplicar repelentes naturales y antiparasitarios externos para prevenir la infestación por moscas, garrapatas y mosquitos. Confíe en su veterinario la desparasitación de su animal y no aplique productos sin el debido criterio de un profesional veterinario. |
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